Antes de comenzar con el relato de la crónica de mi visita a Calgary, ciudad que me impresionó por ser como una pequeña ciudad dentro de un gran parque natural. Quiero hacer una pequeña reflexión sobre una de las grandes lecciones de viajar en este país, la Globalización. Lo de la aldea global donde vivimos, no es una estrategia mediática, es un hecho de la sociedad actual tan beneficioso y productivo para el bien de todos que también hay que disfrutarlo compartiéndolo. Ajenos a nacionalismos extremos (Sabino Arana, Stalin, Hitler, etc.), que no consideraban la riqueza de la diversidad cultural, lo que no está reñido con un sano patriotismo. Hago este comentario pues en varios días he convivido con indios, aquí hay más que en la película de Gandhi, muchos de la etnia sij, los que llevan el turbante en la cabeza, pakistaníes, de Sri Lanka, Singapur. Aunque como en botica hay de  todo, por lo general son muy buenas personas. Por supuesto sudamericanos de muchos países como mexicanos, de puerto Rico, colombianos, argentinos; Por supuesto muchos chinos, japoneses, vietnamitas. Europeas de  muchos países. Coincidí con italianos, españoles y franceses. Y un largo etcétera de muchas diversas procedencias. De hecho alguien me dijo algún país de Oceanía que no sabía ni que existía 😂

Nada como reconocer una ciudad en bicicleta

Por momentos creí estar en San Francisco por las fuertes pendientes que costaba mucho subir en bicicleta.  Una nueva muy grata  experiencia la de recorrer la bella ciudad de Calgary practicamente por carril bici en plato pequeño disfrutando de un día maravilloso de temperatura, aunque empieza a apretar el calor. Pinta calimde tormenta

En el kilómetro 9,50 (siepr

aproximados) de la ruta llegó a Lifstyles of the rich. Aquí hay un hermoso par de kilómetros a través de la comunidad de Britannia. Un montón de casas elegantes en calles tranquilas y arboladas, escondidas en el centro de la ciudad.

En el kilómetro 22 Weaslehead natural area. Dios qué maravilla de lugar. Aprovecho para recomendar a todo el que algún día venga a Canadá visitar esta bella ciudad. Y como escribo a ciclistas que no dejen de hacer la ruta que estoy haciendo 80 kilómetros absolutamente encantadores a la vista. Un parque natural urbano, que recrea los sentidos. Naturaleza sin osos aunque con otros animales, estos si, fraternales compañeros  de viaje.  

En el kilómetro 43,2 el Annis café. Si se  sale a correr por la tarde, andar en bicicleta o pasear por los senderos de Fish Creek Park, hay que parar en Annie's Café, ubicado justo al oeste del restaurante Bow Valley Ranche. Yo lo conocí gracias a las referencias de Komoot y mereció la pena. Esta pintoresca casa de campo se trasladó a su lugar actual en 1905. Sea cual sea el motivo, la belleza del entorno lo convierte en el lugar perfecto para un descanso, ya sea solo o con toda la familia

Y en el kilómetro 66,5 el  Downtown. El más bonito centro urbano de todos los que he visto en Canadá. Donde tuve dos gratas experiencias con un perro muy bonito y lo que fue total y emocionante fue lo de la familia de gansos. Lo que narro parece cuento de fantasía,pero ocurrió tal y como lo cuento y no estoy añadiendo ni inventando nada. Pero al estar el río cerca, llego a un paso de cebra, no de gansos 😂. Cuál es mi orprea que (pongo foto), hay una familia de gansos parados esperando a pasar. Me quedo tan flipado que desencalo y observo. Como el supuesto macho no pasa la hembra con los gastos detrás. Y al no moverse el macho, las crías se sientan. Me parto. Al desencalar,  el educado macho cruza y detrás toda la familia. Increíbles estos animales. Son más educados que muchas personas.  Quise grabar un vídeo pero la emoción de la situación me hizo equivocarme de botón.