Durante dos días Carla y yo estuvimos conociendo algo de la historia y la cultura vienesa. La  ciudad culturalmente está muy vinculada a la dinastía de los Augsburgo. Se hizo visita guiada caminando por los lugares más emblemáticos. Asistimos a un concierto de música clásica con obras representantivas vienesas de Johan Strauss. Exhibición de caballos de la escuela española ecuestre, donde los únicos que debían hablar español eran los caballos, pero como los animales no hablan...En esta ciudad se habla muy poco español e inglés. A penas en restauración y hoteles. Español casi nadie.
El carácter germano es austero, disciplinado, serio y escrupulosamente cumplidor de normas. Sirva como reflexión personal escribir que las normas son muy buenas para la buena convivencia y el orden social. Es por ello que es muy difícil ver alguien saltarse un paso de cebra o semáforo. Pero las personas están con prioridad sobre la norma. Dos ejemplos una ambulancia prioriza la salud de la persona sobre parar en un semáforo. O, no se pueden sacar botellas de cristal pero ante una  situación determinada el camarero consiente.
Casi nos quedamos sin cenar por intentar cenar a las 10:00- 10:30. A partir de las 20?, la ciudad se.vacia, todo el mundo en su casa. Me quedo con la forma de ser latina. Pero hay que conocer y convivir con otras culturas en la época de la globalización. 
Hoy de camino a Ybbs an der Donau,  la ribera del Danubio desde la localidad de Melk es muy bonita. Con un carril bici en perfecto estado.
Esta localidad austriaca para descansar, Ybbs an der Donau es un pueblo del futuro. Todo informatizado. El Check-in del hotel se hace en una máquina. Y para comer algo según llego, hay un recinto donde se pide la comida y en 3 minutos sale caliente. La bebida y café en las típicas máquinas surtidoras pero muy modernas y eficaces.