Hoy contemplando la maravilla de la naturaleza que son las CATARATAS DE NIÁGARA sólo puedo escribir que la actitud que sale es la de contemplar en SILENCIO, deleitar los sentidos con tamaña magnitud de grandeza. Sobrecoge por lo impresionante. Se queda uno con un nudo en la garganta. Ver, oir, oler, tocar el agua que salta y parece que llueve desde abajo. Y callar

Una de las grandes lecciones de vida es que cuando no tienes algún sentido gusto, olfato, tacto, vista y te das cuenta que los sentidos no dan la felicidad, simplemente nos hacen ser conscientes del mundo que nos rodea. Y el que tenga dudas de esto que le pregunté a un ciego o un sordo si son felices y por qué.